
Resulta que Arabia Saudita busca disminuir las críticas sobre su historial de derechos humanos, por eso, su príncipe heredero, Mohamed Bin Salmán, puso manos a la obra.
Hace unos días abolió los latigazos como un castigo y ayer anunció que también va a abolir la pena de muerte para menores de edad.
Con la medida, se verán beneficiados todos aquellos que hayan cometido un delito mientras eran menores de edad, y según el decreto real con el que anunciaron el cambio, los convictos tendrán que cumplir una pena de no más de 10 años en una prisión juvenil.
Fuente: The Guardian