A escasas horas de que el huracán “Roslyn” tocó tierra alrededor de las 6 de la mañana de este domingo en los límites de Nayarit y Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya visitó Escuinapa, para encabezar la reunión del Comité Estatal de Emergencias para la Evaluación de Daños como consecuencia del paso de este fenómeno, cuyo mayor estrago fue la suspensión del servicio de electricidad en La Concha, y la evacuación de 85 personas de Teacapán, Las Pilas, La Loma y El Trébol que se resguardaron desde la tarde del sábado en dos albergues.
El mandatario estatal fue recibido por la presidenta municipal de Escuinapa, Blanca Esthela García Sánchez; por el director del Instituto Estatal de Protección Civil, Roy Navarrete Cuevas; así como por el comandante de la Octava Región Naval, almirante Javier Abarca García; y por el comandante de la Guardia Nacional en Sinaloa, general Francisco Cuauhtémoc Arellano Ávila, para sostener la reunión del Comité Estatal de Protección Civil a fin de conocer el reporte de daños que dejó “Roslyn”.
Al respecto, el director Roy Navarrete informó que la zona más afectada fue La Concha, donde los vientos derrumbaron 30 árboles, los cuales provocaron a su vez la caída del tendido eléctrico que generó la suspensión del servicio. Sin embargo, informó que, previendo estos daños, una cuadrilla de personal de la Comisión Federal de Electricidad se instaló desde el viernes y sábado en Escuinapa, con 55 grúas y 33 plantas portátiles de energía eléctrica para reestablecer el servicio lo antes posible, como ocurre actualmente en esa comunidad.
De igual manera, explicó que de los 45 albergues temporales que se tenían listos, solamente se utilizaron dos, uno en el Centro Cultural “Antonio Toledo Corro”, donde se refugiaron desde el sábado 27 personas de Teacapán, las cuales este domingo por la tarde ya emprendieron el regreso a sus hogares, luego de recibir sus alimentos y despensas alimenticias de parte del Sistema DIF Sinaloa.

El otro albergue utilizado fue el COBAES en La Concha, donde se refugiaron 58 personas vecinas de El Trébol, Las Pilas y La Loma, quienes este domingo todavía permanecían ahí en espera de que los escurrimientos bajen de nivel y permitan el paso por los caminos hacia esas comunidades, pues la crecida de los arroyos impide el paso vehicular de forma segura.