Un sofisticado túnel utilizado para el tráfico de drogas fue descubierto por fuerzas federales en Tijuana, Baja California, según informó Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. La estructura subterránea, de aproximadamente 600 metros de longitud y 13.5 metros de profundidad, conectaba México con Estados Unidos, específicamente las ciudades de Tijuana y San Diego, California.
El operativo que llevó al hallazgo fue coordinado entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina Armada de México, con apoyo del gobierno estatal. Las investigaciones comenzaron tras detectarse indicios de una posible conexión subterránea en un predio del fraccionamiento Nueva Tijuana, zona que anteriormente albergaba los patios fiscales y donde ahora se encuentra un cuartel de la Guardia Nacional.

Durante el cateo, las autoridades aseguraron paquetes con metanfetamina y diversos utensilios utilizados para el transporte de sustancias ilícitas. El túnel contaba con sistemas de ventilación e iluminación, características que evidencian su uso sistemático para actividades del crimen organizado. Tras el descubrimiento, el inmueble fue sellado y puesto bajo resguardo policial mientras el Ministerio Público federal continúa con las indagatorias correspondientes.
Este hallazgo se produce en una región fronteriza donde previamente se han detectado numerosos narcotúneles, muchos de ellos con infraestructuras complejas que incluyen rieles, sistemas eléctricos y mecanismos de elevación.