La toma de Palacio de Gobierno por parte de la organización Campesinos Unidos de Sinaloa provocó caos, frustración y enfrentamientos esta mañana, luego de que los manifestantes bloquearan las entradas principales del edificio a partir de las 9:30 horas, impidiendo el acceso a trabajadores y ciudadanos.
Hacia las 11:00 horas, empleados de diversas dependencias —en su mayoría personal de confianza que cubre labores durante el periodo vacacional— comenzaron a abandonar el lugar al no poder ingresar. Los manifestantes solo permitieron el acceso por la entrada vehicular del sótano (por Avenida Insurgentes), lo que generó enojo entre funcionarios y ciudadanos que acudían a realizar trámites.
El ambiente se calentó rápidamente, con intercambios de gritos e incluso groserías entre los manifestantes y quienes intentaban entrar. Algunas personas, tras ser rechazadas en las puertas principales, se dirigían al acceso del sótano, pero muchos terminaron siendo repelidos.
El personal de seguridad se limitó a resguardar los accesos, advirtiendo a los empleados que salían que no podrían volver a entrar, ya que los campesinos cerraron el paso por completo.
Quienes también enfrentaron problemas fueron los repartidores de alimentos y bebidas. A algunos se les permitió entregar pedidos a través de los barandales, pero la mayoría tuvo que retirarse sin completar sus envíos, llevándose consigo cafés, comidas y otros productos.