Este 9 de septiembre se cumple el primer aniversario del estallido de violencia que convulsionó Sinaloa. Ante la pérdida de vidas humanas, las desapariciones forzadas y el robo de vehículos, miles de culiacanenses marcharon desde la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, conocida como La Lomita, hasta la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario, para manifestar su indignación y clamar por paz.
Desde antes de las 8:00 de la mañana, comenzaron a congregarse miles de personas en La Lomita para organizarse en columnas. A las 9:00 en punto, tras recibir la bendición del Obispo de la Diócesis de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez, inició la movilización.
En la manifestación participaron representantes del sector empresarial, asociaciones civiles, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, agricultores y ciudadanos en general.
Los asistentes vistieron de blanco y portaron banderas de México, símbolos de paz, pancartas y mantas con mensajes como:
“La paz comienza contigo”, “En Culiacán somos más los buenos”, “El narco no manda, Sinaloa es nuestro”, “Por un nuevo y mejor Culiacán, hagamos una mejor ciudad, con mejores seres humanos”, “Ya basta, exigimos paz”, entre otros.
Según cifras del comité organizador, más de 30 mil personas llegaron hasta las escalinatas de la Catedral de Culiacán, donde se instaló un templete. Desde allí, tomaron la palabra maestros y compañeros de alumnos fallecidos a causa de la guerra, madres en busca de sus hijos desaparecidos y niños que perdieron a sus padres debido a la violencia.
“Culiacán no merece vivir con miedo. Cada día la violencia crece y entre nosotros nos arrebata muchísimas cosas, nos arrebata la tranquilidad, nos arrebata la confianza, pero lo más doloroso es que nos está arrebatando a nuestros seres queridos”, expresó el profesor Víctor Aispuro, director de la escuela donde estudian Alexander y Gael, dos niños víctimas de la violencia.
“Vengo aquí a protestar por los niños y quiero un Culiacán feliz, un Culiacán lleno de juegos, un Culiacán lleno de risas de niños, ya no quiero más violencia. La violencia no nos va a ganar porque los buenos somos más. Viva Culiacán”, comentó Eduardo Rodríguez, estudiante de la Escuela Primaria Sócrates.
“Lo que nosotros hacemos es buscar a nuestros familiares y no buscamos culpables porque sabemos que no hay, no buscamos justicia porque no hay, porque el gobierno no la da. Buscamos a nuestros familiares, queremos tenerlos en una tumba donde podemos ir a llorarles y decirles hermano, hijo, aquí estoy”, concluyó Rosa, integrante de un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas.
Para finalizar, se rindió un minuto de aplausos en honor a las víctimas de la violencia y se entonó el himno nacional.