Una multitud conformada por familiares, amigos, colegas, alumnos, padres de familia y ciudadanos en general marchó desde la funeraria San Martín -donde fue velada la maestra Jesamel- hasta el Palacio de Gobierno para exigir justicia y el cese de la violencia en el estado.
Decenas de culiacanenses, la mayoría vestidos de blanco, recorrieron más de dos kilómetros a pie bajo un intenso sol y una sensación térmica superior a los 35 grados centígrados, para alzar la voz por la educadora a quien le fue arrebatada la vida.
Los manifestantes portaban carteles con consignas como:
- “No fue daño colateral, son seres humanos”
- “Basta de sangre inocente en nuestras calles”
- “Ya basta de violencia, queremos seguridad y tranquilidad. Paz para Sinaloa”
- “Resignarnos no es la solución”
- “Educamos para la vida, no queremos morir por la violencia”
- “Ser docentes no debería costarnos la vida”
Ramón López, director de la Escuela Secundaria Técnica Número 75 donde labora la hermana de Jesamel, afirmó que salir a las calles para exigir justicia también constituye un acto educativo y señaló que la justicia pública le ha fallado a la sociedad sinaloense.
“En todo el estado nos sentimos desprotegidos y lastimados porque de nuestro hogar a las escuelas no nos sentimos seguros, estamos con el Jesús en la boca. Ya ven lo que pasó y eso nos tiene con mucho coraje”, expresó.
“Manifestarle al gobierno del estado de Sinaloa que nos hace falta una mayor administración de la seguridad pública. La seguridad pública no nos está dando el resultado que la misma sociedad requiere, estamos bastante molestos, indignados por los hechos violentos”.
Dámaso Mendoza Ortiz, representante sindical de la ETI 75, señaló que la manifestación buscaba honrar la memoria de la maestra Jesamel, pero también convocar a los sinaloenses a sumarse a las exigencias y contribuir a cambiar la situación de violencia que vive el estado.
“No solamente es una muestra de respeto, un homenaje a la maestra Jesamel, sino también es un pronunciamiento hacia la consciencia de los que vivimos en esta sociedad, que nos hagamos responsables de la parte de cada quien”, comentó.
“Esta pequeña marcha espontánea está encaminada a eso, a que la gente despierte, que se den cuenta de que nosotros no tenemos por qué pagar los horrores que se hayan cometido. Aquí lo que nos interesa es que esto se detenga y que nos permitan desarrollar nuestra labor y vivir en una sociedad en paz”.