México. – En la actualidad, se estima que 40,8 millones de personas viven con VIH en el mundo, y en el último año el virus causó aproximadamente 630.000 muertes. Cada 1 de diciembre, desde 1988, se conmemora el Día Mundial del Sida, una fecha dedicada a recordar a las víctimas de la epidemia y a promover acciones para poner fin al VIH/sida.
Desde el inicio de la crisis, el VIH ha causado 44,1 millones de muertes y 91,4 millones de personas han adquirido la infección. Aunque los avances científicos en prevención y tratamiento han sido significativos, recortes recientes en la financiación internacional podrían poner en riesgo los progresos alcanzados, especialmente en las regiones más afectadas.
Hitos clave en la lucha contra el VIH/sida
- 1981: Se identifican en EE. UU. los primeros casos de una enfermedad desconocida, posteriormente reconocida como sida.
- 1984–1985: Europa establece su primer sistema de vigilancia y se desarrolla la primera prueba diagnóstica del VIH.
- 1996: Surge la terapia antirretroviral de gran actividad (HAART), un tratamiento que reduce drásticamente la mortalidad y transforma el VIH en una enfermedad crónica manejable.
- 2003: EE. UU. lanza PEPFAR, el mayor programa global contra una enfermedad específica, al que se atribuyen más de 26 millones de vidas salvadas.
- 2011: Se demuestra que los antirretrovirales reducen significativamente la transmisión del virus.
- 2012–2016: Se aprueba Truvada como PrEP, una profilaxis que recorta el riesgo de infección sexual en torno al 99%.
- 2020: La ONU evalúa los avances hacia las metas 90-90-90, alcanzadas por sólo 19 países.
- 2024: Se valida una inyección de PrEP cada seis meses con lenacapavir, facilitando la prevención a largo plazo.
- 2025: Recortes en la financiación internacional provocan interrupciones en los servicios de VIH, amenazando los avances logrados.
Situación actual
El continente africano continúa siendo la región más afectada, concentrando más de dos tercios de todos los casos de VIH. Organismos internacionales y expertos alertan que la reducción de fondos puede revertir décadas de progreso en la lucha contra el VIH, así como en otras enfermedades como la malaria y la tuberculosis.

