
La señora Albertina Flores Gonzáles llegó a un comedor popular de la zona de Pimpingos, Perú, donde dejó dos paquetes de productos que ella misma cultiva. Ella sola llevó los productos de su cosecha a dicho comedor y una integrante del personal le ayudó a bajarlas de sus hombros.
“Disculpen que no traiga más, pero vengo caminando”, dijo la abuelita.
Al enterarse de la acción de la señora, un donante anónimo desde la capital, Lima, envió dinero para doña Albertina. La donación se la hizo llegar personal del municipio de Pimpingos, junto con algunos alimentos.
Fuente: Radio Fórmula