En un comunicado, la CNDH señaló que atendería una queja interpuesta por los familiares de Aburto por presuntos malos tratos recibidos en prisión, incluyendo tortura, desde que fue encarcelado en 1994.
“La CNDH ha acordado iniciar, en todos los términos la queja interpuesta por Mario Aburto Martínez, misma que fue presentada inicialmente por sus familiares, y en la que señalan presuntos actos violatorios de sus derechos humanos, en lo sustancial que no se le brinda atención médica, ni la alimentación que requiere con motivo de los padecimientos crónicos que presenta, por lo que se encuentra muy débil y deteriorado en su estado de salud; pero además, que es víctima desde el año de 1994 hasta la fecha de diversas conductas, como tratos crueles, inhumanos, degradantes y de tortura, que vulneran su integridad física y psicológica”, afirmó el organismo.
Aunque la CNDH revisará específicamente las presuntas violaciones de derechos humanos que ha padecido Aburto en prisión, el asunto podría ayudar a resolver muchos cabos sueltos en torno al asesinato de Luis Donaldo Colosio, ocurrido en Lomas Taurinas, estado de Tijuana, el 23 de marzo de 1994, durante las campañas presidenciales en las que se perfilaba como el próximo sucesor del entonces presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
