


Con un teatro Pablo de Villavicencio lleno, Juan Sebastián Marroquín, llevó a cabo su conferencia “Escobar, una historia para no repetir”, donde relató la vida que tuvo como hijo del criminal más grande y sanguinario de la historia.
“Han construido series con 80 capítulos de Pablo Escobar pasándosela bien, a la par, la revista Forbes, en aquel entonces, diciendo que mi padre era uno de los 10 hombres más ricos del mundo, yo iba y visitaba a mi padre, y no veía al hombre más rico del mundo, la verdad, yo veía al hombre más pobre del mundo; sí, mi papá estaba lleno de dinero, pero el lugar donde yo lo visitaba no eran las mansiones que leemos en narcos. Mi padre salió de la pobreza a través de la criminalidad y ahora la criminalidad y esa fortuna, lo único que le ha traído es problemas, y ahora volvió a ser pobre, pero está inmensamente rico”, indicó.

Juan Sebastián narró cómo fue su exilio de Colombia a sus 16 años, después de la muerte de su padre. Su única opción fue cambiarse de identidad y quitarse el apellido Escobar para obtener su libertad, pues la sociedad lo criminalizó a él, a su madre y a su hermana.
“Quise escapar del país, quise huir de la violencia que había heredado de mi padre y me decían: no, usted no le vendemos pasajes; llegamos a las Naciones Unidas, el Vaticano, a pedirles también ayuda, y por supuesto, nadie nos quería ayudar, eso forzó en mi cambio legal de identidad, entendí que había un tremendo prejuicio sobre mi apellido y que hasta, en tanto ese apellido no lo cambiara yo de mis papeles, pues no iba a poder realmente tener libertad”, precisó.
Sebastián Marroquín contó innumerables anécdotas de su vida en medio de la guerra del narco. Es por ello que, con base en su experiencia, decidió emprender la búsqueda del perdón de las víctimas de su padre, y hasta el momento ha dado la cara y pedido perdón a aproximadamente 150 familias afectadas por la violencia durante los años en que Escobar estuvo activo en Colombia.
“Comenzamos este proceso y hoy, al día de hoy les puedo hablar de, por lo menos unas 150 familias, víctimas directas de la violencia de mi padre; por supuesto que me faltan un montón, la realidad es que no hay un listado oficial de víctimas; yo, hoy quizás no tengo la fortuna de Pablo Escobar, ni aparezco en Forbes como los más ricos del mundo, pero sí me siento más rico que mi padre, porque tengo algo que todo su dinero nunca pudo comprar, que fue libertad, tranquilidad y paz”, externó.
Sebastián Marroquín mostró la cruda realidad de una historia que se ha idealizado por muchos años, con el fin de mandar un mensaje de paz, proyecto al que se unió Vibra Radio y Los Noticieristas, por iniciativa de la Junta de Asistencia Privada en Sinaloa.