Según el Servicio Meteorológico Nacional, en los próximos días se mantendrán temperaturas por encima de los 35°C en varias regiones, lo que representa un riesgo no solo para las personas, sino también para los animales domésticos, a diferencia de los humanos, perros y gatos no regulan su temperatura corporal de la misma manera, lo que los hace especialmente vulnerables a los efectos del calor extremo.
Ante las altas temperaturas que afectan gran parte del país, veterinarios y especialistas en salud animal hacen un llamado a los dueños de mascotas para reforzar los cuidados y prevenir cuadros de golpe de calor, una afección potencialmente mortal en perros y gatos.
Síntomas del golpe de calor en mascotas
Los especialistas indican que los signos más comunes de un golpe de calor en perros y gatos incluyen:
- Jadeo excesivo o dificultad para respirar
- Encías enrojecidas o pálidas
- Salivación abundante
- Debilidad o letargo
- Vómitos o diarrea
- Desorientación o convulsiones
Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda acudir de inmediato a una consulta veterinaria.
Consejos para proteger a nuestros peluditos
1. Hidratación constante. Agua fresca y limpia a su disposición.
2. Evitar paseos en horarios de mayor temperatura. Paseos solo durante las primeras horas de la mañana o al anochecer.
3. Espacios frescos y ventilados.
4. No forzar la actividad física. Es recomendable evitar juegos intensos, carreras o ejercicios que puedan sobrecalentar a los animales.
5. Cuidado con razas braquicéfalas. Perros y gatos de hocico corto, como los bulldogs, pugs o persas, son especialmente sensibles al calor y requieren una atención aún mayor.
6. Cepillado regular.
7. No bañar o mojar en exceso a los animales sin orientación veterinaria, ya que en algunos casos puede alterar la regulación térmica natural.
Cada verano aumenta la cantidad de consultas por golpes de calor, muchos de los cuales podrían evitarse con medidas simples. “El golpe de calor puede ser letal si no se actúa a tiempo. La prevención es fundamental”.
Una responsabilidad compartida
Cuidar de una mascota implica comprender que su bienestar depende directamente del entorno que le proporcionamos. En contextos de altas temperaturas, los dueños deben asumir un rol activo, garantizando condiciones de resguardo, hidratación y atención ante cualquier signo de alerta.
“Ellos no pueden expresar el malestar con palabras, está en nuestras manos interpretar las señales y actuar con responsabilidad”.