El programa Escuela Saludable ha demostrado ser una estrategia “formidable” para mejorar la nutrición de los estudiantes, aunque ha reducido significativamente las ventas en las tiendas escolares, afirmó Pedro Salas Valenzuela, supervisor de la Zona Escolar 015 de la región del Évora.
El funcionario educativo detalló que todas las escuelas bajo su jurisdicción implementan al 100% esta iniciativa, aunque reconoció los desafíos iniciales, particularmente en la conformación y capacitación de los comités de padres de familia para ofrecer alternativas alimenticias más sanas.
“Sí, ha funcionado. ¿Es aceptado por los alumnos más que nada? Sí, es aceptado por los alumnos. Claro que todo es parte de un proceso y los niños poco a poco van aceptando ese tipo de cambio de alimentación”, explicó Salas Valenzuela.
Destacó que muchas instituciones educativas ya habían comenzado a eliminar productos nocivos antes de la implementación oficial del programa, lo que facilitó la transición hacia hábitos más saludables.
“El programa para mí es satisfactorio, que ya de antemano, les repito, las escuelas ya tenían parte del cambio de la alimentación, ya no se vendían dulces, ya no se vendía agua endulzada, refrescos”, precisó el supervisor.
Aunque admitió el evidente impacto económico en las ventas de las cooperativas escolares, Salas Valenzuela enfatizó que los beneficios para la salud de los estudiantes prevalecen sobre cualquier consideración financiera.