Jesús Adolfo Rodríguez debería estar celebrando este día el trigésimo quinto cumpleaños de su hija Jesamel. En cambio, se encuentra despidiéndola para siempre, después de que a la maestra le arrebataran la vida durante un ataque armado el fin de semana pasado. La tragedia ocurrió mientras disfrutaba de un paseo familiar en la zona de Nuevo Altata, Navolato.
Jesús Adolfo Rodríguez Lozoya, supervisor escolar de la zona federal 057, destacó que tanto él como su hija provienen de una familia de educadores que nunca ha hecho ni deseado el mal a nadie, y que no merecían lo sucedido.
El padre de Jesamel depositó en manos de Dios la búsqueda de justicia e hizo un emotivo llamado para que Sinaloa recupere la paz:
“Creo mucho en Dios y sé que está con él y ella sigue con nosotros. Esto es cotidiano ahorita en Sinaloa, es por la violencia que ha suscitado situaciones que no necesito mencionar, pero queremos que se acabe esto, queremos vivir como vivíamos antes, en paz, entre hermanos”.
“No crítico quién lo hizo, dejo en manos del señor, porque todo tendrá una razón de ser, porque yo estoy convencido de que va a haber paz, la necesitamos, porque somos gente de trabajo, ella es, todavía está, y yo soy de una familia de maestros, no hemos hecho mal a nadie ni lo deseamos”, expresó con profundo dolor.
Jesús Adolfo relató que su hija se encontraba en un viaje recreativo con su esposo y sus dos hijas -de 4 años y meses de nacida- cuando fueron víctimas del ataque armado.
“Era un viaje de paseo de sus niños, los llevó a nadar. Le destruyeron su rostro, pero estamos en espera de que haya paz, se lo deseamos a todos. Dios los bendiga a todos”, comentó.
Familiares, amigos y seres queridos de la víctima exigen justicia para la maestra Jesamel y reclaman a las autoridades medidas concretas para pacificar el estado de Sinaloa.