Tras un paro de labores y una manifestación, el personal médico del nuevo Hospital General de Culiacán solicitó que sean militares quienes se encarguen de la atención de pacientes heridos de bala. Esta medida surge como respuesta a los incidentes de seguridad ocurridos, incluido uno el miércoles 17 de septiembre, cuando una mujer disfrazada de enfermera intentó inyectar una sustancia a un paciente internado.
La enfermera Cristina Santisteban aseveró que los protocolos de seguridad actuales son inadecuados y representan un riesgo para el equipo de salud. Para salvaguardar su integridad, propuso que el ejército se haga cargo directamente de estos casos.
“Nosotros no somos los malos, nosotros somos los buenos. Los protocolos de seguridad que se implementan no son los correctos, por eso la gente se filtra y se mete. Estamos pidiendo de la manera más atenta que se pongan a revisar un protocolo de atención para esos pacientes, si lo que quieren es que los atiendan aquí, pues que los atiendan los militares que traigan médicos y enfermeras militares y no van a tener que mezclarnos a nosotros con ellos”, apuntó.
La protesta se dio luego de que una enfermera del nosocomio tuviera que ser llevada a declarar ante las autoridades, ya que fue la única testigo del intento de inyección y la principal afectada por la acusación de la mujer detenida.
Santisteban recalcó que todo el personal labora con vocación de servicio y atiende a every paciente sin distinción, buscando siempre preservar la salud y la vida. Por ello, pidió que se les brinden las mismas consideraciones de seguridad.
Código Plata y el incidente
El hecho ocurrió en una zona designada como “Código Plata”, un área solicitada por las autoridades de seguridad para la atención de heridos de bala, donde ya hay militares realizando vigilancia en cada sala.
El paciente al que intentaron suministrar la sustancia, aún no identificada, refirió un malestar en el brazo durante el intento. Sin embargo, gracias a la activación inmediata del protocolo, se logró la detención de la sospechosa. El hombre fue monitoreado de cerca y no presentó cambios en su estado de salud ni efectos adversos.