El metal más pesado del mundo es el iridio, hasta tal punto que un cubo de este elemento de 30 centímetros de lado pesa alrededor de 650 kilos, es muy escaso y resistente a la corrosión y las inclemencias. Presenta un color entre blanco y amarillo. Y se funde a los 2.440º C, es por ello que es empleado como material de desarrollo en artefactos que deben soportar condiciones de presión o de calor extremos.
Las concentraciones de iridio halladas sobre la superficie terrestre son muy escasas, 40 veces más escasas que el oro; sin embargo, los científicos han descubierto que los meteoritos son una fuente abundante de iridio. A pesar de que en su estado natural el iridio no es peligroso (puesto que posee un bajo nivel de radioactividad), el iridio pulverizado puede inflamarse en el aire, por lo que debe ser manipulado con cuidado.
